Síguenos en Facebook

martes, 4 de octubre de 2016

José: el caminar junto a Dios en una familia disfuncional.




Hace unos 30 años se comenzó a usar el adjetivo disfuncional para definir a ciertas familias.
 Una problemática frecuente dentro de núcleos disfuncionales es que los niños crecen y repiten los mismos parámetros que vieron en sus progenitores.
 Más aún, cada generación hace su aporte a una cadena de errores y dolor que parece irrompible. Es difícil vivir para Dios y obrar correctamente en medio de una familia disfuncional, pero no es imposible.

Veamos en Génesis 37-50 el ejemplo de José, quien a pesar de haber nacido en medio de una familia muy problemática llegó a ser uno de los más poderosos hombres de Dios. 

1. Su historia es la más extensa del Génesis. Tiene la misma cantidad de capítulos que la de Abraham (14) pero es un 25% más extensa.
 2. Su vida revela a Cristo en el Antiguo Testamento. Hay un centenar de paralelos entre José y Jesús, entre ellos: su inocencia y el haber sido elegido por el padre. José perdonó a quienes persiguieron su ruina, lo mismo que Jesús.
3. José experimentó la poderosa verdad de Romanos 8:28. Es una representación clara de la providencia de Dios en pos de quiénes le aman y están llamados de acuerdo con Su propósito. Dios usó insignificancias para ponerlo en una posición de preeminencia que permitiría a millones de personas salvarse de morir de hambre. A partir de un hecho intrascendente (como el vestir una túnica colorida que desencadena celos), Dios genera una serie de efectos de ramificaciones impredecibles. Dios trabaja aunque no nos percatemos.

4. Su fidelidad incondicional hacia Dios. En Génesis 37 tenemos el cuadro de una familia disfuncional que bien podría haber sido protagonista de un culebrón. Tenía tres madrastras, 10 hermanastros, un hermano y una hermanastra, todos viviendo bajo un mismo techo.
Su padre, Jacob, se había vuelto polígamo. Sus hermanos eran brutales e inmorales. Predominaban los malos ejemplos y la manipulación emocional y todo ello dejó marcas espirituales en su vida.

Marcador espiritual: Dios se da a conocer al humillado que tiene hambre de Él. Génesis 32 da cuenta del momento en que Jacob debía encontrarse con su hermano Esaú tras años de distanciamiento.
 José se debe de haber preguntado qué había ocurrido entre su padre y Esaú. Y Jacob le debe haber relatado cómo peleó con el Ángel del Señor y cómo fue bendecido. José entendió la lección: ¡Dios es real! Y bendice a todo aquel que comprende su culpa y desea agradarle. Marcador espiritual: Dios trabaja entorno tuyo siempre.
 En Génesis 35 vemos que cuando José tenía 13 años su padre llevó a toda la familia a Bet-el, donde había tenido su primer encuentro personal con Dios. José escuchó a su padre hablar acerca del pacto que hizo con Dios. Luego su padre le pidió entrar en ese pacto. Quizá fue en ese momento cuando José decidió rendir su vida a Dios.

Marcador espiritual: Dios tiene un propósito específico para cada uno. Luego de la experiencia en Bet-el, hubo tres muertes que conmovieron a la familia. Primero, la de Débora, quien había asistido a Rebeca, la abuela de José. Segundo la de Raquel, la madre de José, muerta al dar a luz a Benjamín. Tercero, la de Isaac, el abuelo. Estas muertes movilizaron a José y a pesar de pertenecer a una familia disfuncional, el legado de sus predecesores era de valor. José se proyectaba junto a la sombra de los bendecidos de Dios. Estas marcas espirituales, combinadas con las lecciones que aprendió en sus años tempranos lo ayudaron a romper el círculo disfuncional y a ser él mismo uno de los héroes de la fe. Sobreponerse a inicios dificultosos Preguntémonos cómo sobreponernos a comienzos dificultosos, evitando transformarnos en víctimas e imitadores de vivencias familiares.

 Veamos qué podemos aprender del ejemplo de José:
1. Reconocer la soberanía de Dios. José creyó en una simple verdad: Dios tiene siempre el control de todo. José sabía que Dios estaba a su favor, no en contra suya. Esa convicción lo animó a perseverar aún cuando nada parecía tener sentido.
2. Elegir ser responsables. Ante la adversidad es fácil usar las circunstancias como excusa para justificar el pecado o las conductas erróneas. José no se victimizó sino que eligió romper el círculo vicioso y asumir una nueva manera de vivir.
 3. Visión a largo plazo. Esto es importante para los padres. El curso de acción que elijan hoy puede afectar a sus hijos, nietos e incluso bisnietos. Los errores de Jacob tuvieron en el largo plazo efectos trágicos que afectaron a toda la familia.
4. Busque marcadores espirituales. Dios está siempre por encima de la huella que podemos dejar y nos deja pistas para ayudarnos a recorrer nuestro camino.
5. Dios usa el juicio para purificar y fortalecer nuestro carácter. Así como el metal utilizado en una aeronave se prueba en condiciones extremas de presión y calor, nosotros estaremos sujetos a la presión purificadora de los juicios de Dios.

En 1 Pedro 4:12-13 se nos dice: 
12 Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. 13 Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario