Una forma de maltrato infantil en el seno de la familia
La Academia Americana de Pediatría (AAP) reconoce que 'ser testigo de violencia doméstica puede ser tan traumático para el niño como ser víctima de abusos físicos o sexuales'. Se consideran expuestos a la violencia de género en su ámbito familiar a todos los menores que viven en un hogar donde su padre o el compañero de su madre es violento contra la mujer. En los hogares donde impera la violencia, los hijos e hijas presentan hasta 15 veces mayor probabilidad de padecer maltrato físico, abusos sexuales y negligencia, que en los hogares no violentos.
Numerosos estudios de investigación han demostrado que los menores expuestos a la violencia de género pueden padecer problemas físicos, trastornos psicológicos, problemas de conducta y dificultades cognitivas derivados de su exposición a la violencia.
Alteraciones en los niños expuestos a la violencia de género
Problemas físicos:
- Retraso en el crecimiento
- Trastornos de la conducta alimentaria (inapetencia, anorexia, bulimia)
- Dificultad o problemas en el sueño
- Regresiones, menos habilidades motoras
- Síntomas psicosomáticos (alergia, asma, ezcemas, cefaleas, dolor abdominal, enuresis nocturna...)
- Retraso en el crecimiento
- Trastornos de la conducta alimentaria (inapetencia, anorexia, bulimia)
- Dificultad o problemas en el sueño
- Regresiones, menos habilidades motoras
- Síntomas psicosomáticos (alergia, asma, ezcemas, cefaleas, dolor abdominal, enuresis nocturna...)
Problemas emocionales:
- Ansiedad
- Ira
- Depresión, aislamiento
- Trastornos de la autoestima
- Estrés post-traumático y proceso traumático
- Transtornos del apego o de la vinculación
- Ansiedad
- Ira
- Depresión, aislamiento
- Trastornos de la autoestima
- Estrés post-traumático y proceso traumático
- Transtornos del apego o de la vinculación
Problemas cognitivos:
- Retraso en el aprendizaje del lenguaje y del desarrollo verbal
- Retraso del desarrollo cognitivo
- Alteración del rendimiento escolar
- Retraso en el aprendizaje del lenguaje y del desarrollo verbal
- Retraso del desarrollo cognitivo
- Alteración del rendimiento escolar
Problemas de conducta:
- Violencia hacia los demás (agresión, delincuencia, crueldad con animales)
- Rabietas, desinhibiciones, inmadurez
- Déficit de atención-hiperactividad
- Toxodependencias
- Conductas autodestructivas
- Violencia hacia los demás (agresión, delincuencia, crueldad con animales)
- Rabietas, desinhibiciones, inmadurez
- Déficit de atención-hiperactividad
- Toxodependencias
- Conductas autodestructivas
Problemas sociales:
- Escasas habilidades sociales
- Introspección o retraimiento
- Trastornos de la empatía
- Escasas habilidades sociales
- Introspección o retraimiento
- Trastornos de la empatía
Todas las alteraciones enumeradas, según reconoce la Federación de Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas, presentan diferentes características según la edad del niño, el género y el nivel de desarrollo, el tipo, la frecuencia y la severidad de la violencia, el tipo de intervención judicial, el cúmulo de factores estresantes y la presencia de factores de protección o resilientes.
Cómo afecta la violencia de género a los niños según su edad
Por edades, los cuidados, atención y afecto que reclaman los niños menores de 5 años no pueden ser respondidos adecuadamente por sus madres, las víctimas, y son el grupo de edad más expuesto y vulnerable a la violencia. Estos niños y niñas presentan estancamiento del peso,alteraciones del sueño, trastornos de la alimentación, problemas de control de interés, ansiedad, tristeza y llanto inconsolable. Suelen comportarse con más agresividad en sus interacciones personales y, a menudo, se sienten responsables de los conflictos de sus padres.
Los niños y las niñas de entre 6 y 12 años tienen mayor control de sus emociones, capacidad de razonamiento, un círculo social más amplio. También imitan los roles de sus progenitores, sienten preocupación o enfado por la actitud de la madre víctima, pero curiosamente muestran admiración ante el poder y la fuerza del padre violento. Presentan más miedos, problemas académicos, conductas agresivas, aislamiento, ansiedad o depresión, y disminución de su autoestima.
La familia está considerada como el primer agente socializador del niño y el más determinante en la instauración de modelos apropiados de funcionamiento social. La transmisión de la violencia de los padres a sus hijos ha sido motivo de estudio en numerosos trabajos, y se ha demostrado que los niños expuestos a violencia, comparándolos con no expuestos, con mayor frecuencia maltratarán a sus parejas en etapa adulta, mientras que las niñas expuestas serán con mayor probabilidad víctimas de maltrato por sus parejas. Actualmente, el objetivo de numerosas instituciones familiares e infantiles independientes y relacionadas directamente con el poder público es erradicar la transmisión de la violencia de género entre generaciones.
Marisol Nuevo
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