LAS BOLSITAS DE CUMPLEAÑOS...
Era el cumpleaños de Francisca, y junto con su mamá había participado de la preparación de la fiesta. Armaron bolsitas para regalar al final, decoraron la torta, prepararon la piñata y escribió a mano sus 24 invitaciones para sus amigos del grado. El día que repartió las invitaciones, le sobraron 3. Cuando su mamá le preguntó cuántos amigos ya estaban enterados de la fiesta ella respondió……..
Llegó el día! Vinieron muchos amigos.
La mamá quería contar cuántos chicos había pero no podía pues ellos estaban en movimiento todo el tiempo! De repente se le prendió la lamparita! Pensó que si contaba cuántos paquetes había en la caja donde se guardaban los regalos sabría exactamente cuántos invitados había en la fiesta.
Había 19 paquetes, 1 carta y 2 dibujos. Por lo tanto cuántos amigos asistieron al cumpleaños? Cuándo finalizó la fiesta, Francisca preparó 24 bolsitas para regalar a sus invitados. Se las repartió a cada uno a medida que sus padres venían a recogerlos. Cuando se habían ido todos del cumpleaños, su mamá le pidió las 2 bolsitas restantes, pero Francisca tenía solo una.
Qué había pasado?
Escribe lo que imaginas que sucedió: Al día siguiente Francis asistió a clase como de costumbre. Todavía sus amigos comentaban la diversión que habían vivido en su cumpleaños. Todos reían recordando menos Marilú. Ella estaba seria, y apartada del grupo, mirando de reojo y a lo lejos. Francisca pensó que Marilú estaba ofendida porque no recogió muchos caramelos cuando fue el tiempo de la piñata, entonces se acercó y le preguntó qué le pasaba? Marilú se sonrojó. Se sacó la mochila que tenía colgada en la espalda, abrió el cierre, metió su mano en ella y sacó algo.
Era una bolsita del cumpleaños de Francisca! Miró a Francis a los ojos y empezó a explicar: ‘Cuando tu repartías ayer las bolsitas, a mí me la diste dos veces y yo callé, pues consideré que tener dos bolsitas era lo más justo después de no haber podido recoger tantos caramelos de la piñata como los demás invitados. Entonces me fui a casa acompañada de mi padre.
En el auto él me contó que su jefe le había otorgado un aumento por ser una persona honrada. -‘Qué quiere decir ‘ser una persona honrada?’ le pregunté .Él me explicó que ser honrado es respetar los bienes tuyos y los de los demás.
No quedarte con cosas que no te pertenecen aunque tengas la oportunidad de que nadie se dé cuenta. Enseguida me subió un calor por el cuerpo que me recalentó las orejas y las manos. Las mismas manos que sostenían con fuerza dos bolsitas de tu cumpleaños.
Al llegar a casa le conté lo sucedido y entre lágrimas y sollozos le dije que yo quería ser una persona honrada como él, y que además no quería ser castigada.
Qué vergüenza estaba sintiendo, era insoportable! Mi padre tan solo dijo: ‘Ya sabes qué hacer si quieres ser una niña honrada’ Entonces guardé la bolsita que no me pertenecía, para traerla a la escuela y devolvértela. Aquí la tienes’’ Los ojos de Francisca se inundaron de lágrimas, pues estaba conmovida con la historia que Marilú le acaba de contar y aceptó la bolsita de caramelos.
No faltaba ni un solo caramelo! Al final de la historia Marilú demostró ser una niña honrada, y lejos de ser castigada, cuando la maestra se enteró de lo ocurrido le pidió permiso para contar su relato a toda la escuela y desde ese día Marilú fue una niña a la que todos quisieron imitar por su honradez.
La Biblia dice: ‘Dios ayuda y protege a quienes son honrados Y siempre hacen lo bueno’ Prov 2:7
Fuente: Natalia Managó 10 Minutos con Dios.