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sábado, 10 de diciembre de 2016

Cambiando el corazón de un niño rebelde





El criar hijos es un desafío; el criar hijos buenos es un gran desafío, y el criar hijos piadosos es un desafío increíble pero no imposible!
Existen varios ingredientes importantes que se necesitan para criar hijos piadosos. Uno de ellos es el enseńar a los hijos a obedecer. La obediencia para ser obediencia debe de ser inmediata y dulce.
Los padres deben también enseńar a sus hijos a mostrar respeto y honor. Un nińo a quien no se le enseńa a respetar a sus padres no respetará a otros adultos, a gente grande de edad, a su cónyuge ni a Dios.
Así que los padres deben también proteger a sus hijos del mal — el mal en general, y en particular las malas influencias. Es una filosofía falsa la que dice que producirás hijos mejores al exponerlos a la suciedad de este mundo. Romanos 16:19 dice, "...pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos (o ignorantes) para el mal."
Los creyentes bíblicos fundamentales son constantemente acusados de sobreproteger a sus hijos. żPuedo darte mi punto de vista respecto a esto? No perdemos a nuestros hijos por ser sobreprotectores; los perdemos por ser ásperos y exigentes o por ser inconstantes en nuestras propias vidas.
El enseńar obediencia y respeto y el proteger a nuestros hijos del mal son ingredientes esenciales y necesarios para criar hijos piadosos. Pero no son los únicos ingredientes esenciales. De hecho, puedes tener esos ingredientes y aun así fracasar en criar un hijo sabio y piadoso.

Ganando y conservando el corazón de tu hijo.

En Proverbios 23:26 leemos, "Dame, hijo mío, tu corazón..."
El ingrediente esencial para criar buenos hijos es ganar sus corazones a tiempo, conservarlos, y estar extremadamente alertas para no perderlos.
Pero si pierdes el corazón de un hijo, entonces elabora rápidamente un plan para obtener de nuevo su corazón, no importando lo que se necesite hacer para lograrlo. Debes decidir estar dispuesto a pagar cualquier precio, no importando cuánto tiempo, problemas o dinero se necesiten para obtener de nuevo su corazón.
Considera esto: Dios conoce tu corazón. Y Dios sabe de antemano si amas o no suficientemente a tu hijo como para estar dispuesto a pagar el precio de tener que tratar con su desobediencia y rebelión.
El corazón de todo problema es un problema de corazón. Y eso incluye la rebelión. No es posible hacer demasiado hincapié en esto, porque este "corazón" del que estoy hablando controla todo lo que hay en la vida de una persona.
Un padre que tiene el corazón de su hijo tendrá acceso a todo lo que hay en la vida de su hijo — sabrá lo que está sucediendo en la vida de su hijo, podrá guiar los pasos de su hijo en la dirección correcta, podrá proteger sus ojos y oídos de cuadros inadecuados o de música mala y podrá determinar quiénes serán sus amigos.
Cualquier padre que no tiene el corazón de su hijo tiene un hijo que tiene el potencial para convertirse en un rebelde que destroza el corazón de sus padres.
żTienes el corazón de tu hijo? No te engańes; te harías dańo a tí mismo y a él.
Este "corazón" del que estoy hablando no se diseńó para conservarse. Fue diseńado para darse. Quienquiera que sea a quien tu hijo dé su corazón, será también la persona que tendrá la vida y lealtad de tu hijo.
Puedo preguntarte, "żTienes en este momento el corazón de tu hijo?"
bulletżPreferiría tu hijo pasar tiempo contigo más que con cualquier otra persona?
bulletżTe escucha tu hijo con respeto cuando tú hablas?
bulletżTiene tu hijo un deseo genuino de agradarte?
bulletżLastima a tu hijo el desagradarte?
bulletżEs tu hijo leal a ti en tu presencia y a tus espaldas?
bulletżSabes lo que está sucediendo dentro de tu hijo?
Una de las formas más grandes en que Satanás roba prematuramente a los padres el corazón de sus hijos, es el hacer que los jóvenes se enreden en el juego de los novios.
żAcaso no existe otra alternativa a esta propuesta que es tan común en nuestros días, pero que a la vez está destruyendo a tantos jóvenes? Yo creo que existe una alternativa bíblica excelente por medio de la cual una persona planea dar su corazón a otra única persona en la vida. Entonces se guarda de codiciar a cualquier otra, antes de que encuentre a esa otra persona y después de que se case con esa persona.
Al ir de novia en novia, nuestros jóvenes no están aprendiendo a estar comprometidos. Ą Están aprendiendo a romper una relación!
Todos nacemos con el deseo de agradar a nuestros padres, de estar cerca de ellos, de compartir cosas con ellos y de ganar su alabanza y aprobación.
Una de las mentiras más grandes de Satanás para con los padres de hoy en día es ésta: "Cierto grado de rebeldía adolescente es normal y debe de esperarse de cada joven." Ya que esperas la rebeldía no sientes que debes tratar con ella.
ĄLa rebelión no es normal! De acuerdo con I Samuel 15:23, la rebelión es pecado, y expone al hijo al reino, poder y control de Satanás.
Un poco de rebeldía debe de ser una seńal para el padre de que el corazón está divagando, está emproblemado y está deseoso de amor, atención y aceptación. Un poco de rebeldía es como el cáncer que se desarrolla rápidamente y se multiplica exponencialmente hasta convertirse en una masa completa de rebelión destructora de vida.

Tres peligros para el corazón

Existen tres grandes peligros para el corazón. Se presentan en este orden: el corazón se puede perder, después endurecer, y después ser robado.
1. El corazón se puede perder. Muchas veces los padres pierden el corazón de sus hijos al expresarles ira. Contrario a lo que muchos padres creen, la ira no quebranta la voluntad del nińo. (Esa no es una meta apropiada. Tú debes querer dirigir la voluntad de tu hijo, no quebrantarla.)
La ira quebranta el espíritu de un nińo y provoca que endurezca su corazón. Tremendas explosiones de ira pueden causar que un nińo se refugie en una concha. Y cuando se mete en su concha, se lleva su corazón junto con él. ĄEl corazón es algo demasiado delicado como para sobrevivir a las catastróficas explosiones de la ira de un padre!
Algunas veces los padres pierden el corazón de su hijo cuando quebrantan el mandamiento: "... padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos." (Efesios 6:4)
bulletPuedes provocar a tu hijo a ira al criticarlo o molestarlo.
bulletPuedes provocar a tu hijo a ira al elevar tan alto el estándar requerido para ganarse tus elogios y aprobación que él no pueda alcanzarlo. No se puede esperar que un nińo inexperto e inmaduro pueda hacer un trabajo tan bien como un padre experto, maduro y perfeccionista. Cuando un nińo hace lo mejor que puede, debe de ser elogiado, lo haya o no hecho tan bien como alguna otra persona. Tampoco debe de ser comparado con otros para de esta manera hacerlo sentirse inferior.
bulletPuedes provocar a tu hijo a ira al obligarlo a hacer algo de lo cual está terriblemente temeroso.
bulletPuedes provocar a tu hijo a ira al no comunicarte con él lo suficiente, al pasar mucho tiempo fuera de la casa o al ver la televisión y leer el periódico por mucho tiempo.
2. El nińo para adaptarse al dolor que le causa el que tú estés perdiendo su corazón, lo endurece más.
3. Después de que el corazón se endurece, alguien más lo puede robar. Cuando el rey David no escuchó las necesidades de los hombres de Israel, ellos endurecieron su corazón hacia él. Después Absalón fue, vió esta área débil y les brindó un oído atento. Absalón los escuchó, habló con ellos, los tocó y robó sus corazones. (II Samuel 15:5-6)
Lo que Absalón usó para robar sus corazones, son las mismas cosas que son usadas en nuestros días para robar a los padres el corazón de los jóvenes. Pero aquí están las buenas nuevas: ĄEsas mismas cosas funcionarán también para que los padres "roben" de vuelta el corazón de sus hijos e hijas de aquellos que se los robaron primero! Gracias a Dios esto es verdad, lo he visto funcionar una y otra vez.
Papá, Mamá, Ąescucha a tu hijo! Después tócalo mientras hablas con él de una forma amable y con preocupación.
Si escuchas cuidadosamente a tu hijo, te darás cuenta de lo que le está lastimando y lo que le molesta. Proverbios 24:3 dice que con sabiduría se edifica la casa.
Algunos padres dicen, "Mis hijos no quieren hablar." Eso no es cierto; los nińos quieren hablar. Pero ellos quieren hablar de cosas que tú consideras insignificantes. Tú y yo debemos de aprender que si algo es importante para ellos, Ąentonces es importante!
Lo que yo veo como las necesidades de mi hija y lo que ella ve como sus necesidades pueden ser dos cosas muy diferentes. Yo tengo que suplir sus necesidades no sólo de la manera como yo las percibo sino como ella las percibe.
ĄEsto significa que el utilizar tiempo para darle un beso a su pequeńa muńeca debido a que le duele su dedito, será más importante para tu felicidad dentro de 20 ańos que el utilizar ese tiempo para escuchar a tu jefe ofreciéndote un aumento! Significa que debes preocuparte porque a tu hijo se le atoró su camioncito en el lodo.
żPor qué dan los hijos su corazón a sus amigos? Porque ellos los escuchan.
Tú no vas a criar buenos hijos basándote en qué tan bien se ven exteriormente — aún cuando se acoplen o no a tus reglas. Debes de alcanzar algo más que la superficie: "Hijo, żqué has estado pensando? żCómo te sientes repecto a esto? żTe molesta esto? żQué estás diciendo para tus adentros? żEstás leyendo tu Biblia? żEstás recibiendo repuesta a tus oraciones?"
Sólo el corazón puede conservar al corazón, la mano por sí sola no puede conservar el corazón. Tampoco es probable que unos varazos enderecen a un adolescente rebelde.
La primera cosa que se debe de hacer al menor síntoma de rebeldía, es no exasperarse rápidamente y no darse por vencido. Lo que se debe hacer es acercarse más al joven.
El hogar que tiene un joven rebelde muchas veces está lleno de una atmósfera negativa y llena de crítica. Eso debe de cambiar. Los elogios crean una atmósfera de amor, gozo y aceptación tanto en una casa como en una iglesia. No te gustaría asistir a una iglesia que tiene una atmósfera áspera y llena de crítica. Pero ésta es tan mala en un hogar como en una iglesia.
Aún un rebelde está deseoso de recibir elogios y aceptación de parte de su padre. Y si un padre observa diligentemente, podrá encontrar algo por lo cual pueda elogiar aún al hijo más rebelde.

Cómo hacer que un rebelde cambie

Un padre necesita seguir los siguientes pasos para poder hacer que un rebelde cambie.
1. Los padres deben primeramente reconocer ante Dios y su hijo que han perdido el corazón de su hijo, y sinceramente buscar el perdón de ambos.
La mayoría de los padres tratan de cambiar primero al nińo. Pero el orden de Dios es muy significativo: "Hacer volver el corazón de los padres hacia los hijos" viene antes de que se dé en sentido contrario.
Una vez que el padre es justificado, entonces estará listo para alcanzar al que es desobediente. (Lucas 1:17). Usualmente la justicia requiere humildad de parte del padre antes de que la gracia sea dada para alcanzar al nińo. Esta es la razón por la cual el aconsejar solamente al joven rebelde usualmente alcanza a lograr poco o nada.
2. Los padres deben de examinar sus vidas para asegurarse de que estén dedicados completamente al Seńor y limpiados de toda maldad. Un padre con pecado en su vida encontrará difícil o imposible el tratar con el pecado en la vida de su hijo.
3. Al hijo rebelde se le debe separar completamente de todas las influencias personales malas. Proverbios 13:20 dice, "El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado."
Esto incluirá a todos los amigos (especialmente el novio o novia), así como familiares que no estén totalmente de acuerdo con los objetivos espirituales de los padres. Usualmente esto significa que la educación en el hogar es esencial y no una opción.
El padre debe de ser muy minucioso en esta área de tal manera que el hijo no pueda ni asistir a una clase dominical con jóvenes de su misma edad sin que el padre esté presente.
4. El joven debe también estar completamente separado de todas las influencias impersonales negativas. El hogar debe de estar limpio de televisiones, radios, cassettes de música inadecuada, libros, revistas dudosas, catálogos de ventas, etc. Satanás mantendrá el terreno en la vida de un rebelde, si es que aún queda algo, para desde ahí seguir controlando el terreno.
5. Todo lo malo que sea removido deberá ser reemplazado por lo que es bueno. El nińo no puede convertirse en un vacío espiritual.
6. El padre debe pedir sinceramente que Dios ate todos los poderes demoniácos que puedan estar influenciando a su hijo. Cada vez que trates con la rebeldía, puedes estar seguro de que estás tratando con poderes satánicos.
7. El padre no debe obedecer a su inclinación natural de alejarse de su hijo, sino al contrario debe acercarse más a él. Ambos padres deben de pasar horas y horas con el joven. Deben de hablar, trabajar, enseńar, jugar, orar, estudiar, compartir las Escrituras etc. El padre especialmente debe de comprometerse a dar una hora del día por un mínimo de seis semanas.
8. El nińo debe ser constantemente elogiado, aun por la muestra más pequeńa de cualidades de carácter. Aun el nińo más rebelde está deseoso del elogio y la aceptación de su padre. El elogio es como un imán poderoso que acerca el corazón de tu hijo hacia ti.
9. El padre debe humillarse a sí mismo continuamente, para pedirle perdón a su hijo por ira, crítica, inconsistencias, etc., y por su falta de comunicación, amor, elogios, preocupación, etc., conforme Dios vaya revelando estas fallas.
10. El padre debe ayudar al hijo a tratar con la amargura, aceptarlo y perdonarlo mientras se empieza a abrir y a compartir pecados y fracasos previamente ocultos. Muchas veces los rebeldes revelan cosas muy impactantes. Un padre debe decidir perdonar cualquier cosa.
11. El padre debe estar comprometido a seguir los principios de Dios y negarse a ceder ante la presión que vendrá tanto de afuera de la casa, como también del hijo mismo, cuando estos principios se establecen por primera vez.
12. El padre debe considerar tomar un viaje de una semana con el nińo a un lugar de predicación y enseńanza bíblica intensiva.
13. El padre debe comprometerse a un cambio duradero y no simplemente a una "rápida reparación." Lo más maravilloso de estos principios es la rapidez con que funcionan. Casi cada rebelde cambia aproximadamente en dos semanas. El peligro en ese punto es que el padre deje de ser consistente y que el joven se vuelva aún peor de lo que era.

También es peligroso para un padre experimentar sólo con unos cuantos de estos principios esperando que las cosas mejoren.
Por Dr S.M. Davis

viernes, 2 de diciembre de 2016

Vacaciones en casa y con los niños.

Qué hacer con los niños en vacaciones

Vacaciones en casa con los niños

Llegan las vacaciones y otra vez tenemos que organizarnos para establecer una nueva rutina en el hogar que agrade a 'griegos y a troyanos'. Sin colegio y sin sus respectivas actividades extraescolares, los niños estarán más en casa. Y si la familia, por motivos particulares, decide que no puede salir de viaje, las vacaciones darán un vuelco en la agenda de la familia. ¿Qué hacer con los niños? 
Aunque parezca que las vacaciones no son como tal sin un viaje, no es así. Se puede pasar unas buenas vacaciones con los niños sin tener que salir de casa.
Muchas familias, principalmente por motivos económicos, prefieren 'sacrificar' las vacaciones y optar por viajar en otras épocas en las que tanto los billetes, de avión, tren o autocar, y los hoteles, son más baratos. Las familias que no pueden dejar a sus hijos con algún familiar, deciden apuntarlos a un campamento ni que sea sólo por una o dos semanitas, mas que nada para que los padres puedan seguir trabajando mientras sus hijos puedan divertirse con otros niños.
Cuando todos, niños y padres, coincidan en casa en las vacaciones, existen un montón que actividades que pueden disfrutar juntos, como por ejemplo:
1. Hacer una agenda para las vacaciones. Días para ir a la piscina, para ir al cine, para pintar, hacer manualidades, hacer jardinería, para cocinar o ir a visitar a algún amigo o familiar.
2. Hacer un menú divertido para las comidas en familia. Ya que están todos juntos, que cada uno elija un menú en el que todos (o casi todos) puedan involucrarse.
3. Dividir las tareas durante la semana: por la mañana deberes escolares (si el niño lo tiene), y por la tarde, actividades caseras.
4. Importante: si los niños están de vacaciones, sus padres también lo están. Así que las tareas del hogar deben ser compartidas entre todos. Definir las tareas para cada uno.
5. Reservar los fines de semana para un paseo fuera de casa, para un picnic en el campo, un paseo en bicicleta, ver o jugar a un partido de fútbol, un encuentro con otras familias, etc.
6. Anima a los niños a jugar a simular situaciones en las que a ellos les gustaría estar. Por ejemplo, jugar a estar en un avión, o en un tren, incluso en una alfombra mágica. Los niños tienen una imaginación privilegiada y seguro que montarán muchísimas historias.
7. Propongan a los niños que tengan el día de 'todo es permitido'. En este día, no se hace nada en casa, no se hace las camas, no se hace desayuno, comida ni cena. Un día de libertad para todos.
En vacaciones, la tendencia es que a los niños se les permitan que se vayan a la cama más tarde, que se despierten y se levanten tarde por las mañanas, que se queden viendo la televisión por más tiempo, y a un sinfín de cositas más. Claro que después de un año repleto de quehaceres, es normal que ellos demanden y tengan derecho a ello. Unas vacaciones en casa deben ser vistas de una forma positiva. Tener a los niños en casa representa algo más de trabajo, pero también es divertido tener todo el tiempo para estar con ellos, conocerlos más, aprender con ellos. Algo que seguro recordarán con mucho cariño.
FUENTE: GUÍA INFANTIL.COM

jueves, 27 de octubre de 2016

Personalidad de un maestro creativo.


El papel primordial del maestro es manejar el proceso enseñanza-aprendizaje, pero también le corresponden otras funciones de liderazgo y de administración: debe liberar el potencial de los estudiantes, dirigir al grupo (organizar, coordinar, motivar, integrar, recompensar), representar a la institución y ser factor de cambio.
Por principio de sentido común, para que pueda comprender los impulsos creativos, valorarlos y propiciar un clima favorable a la creatividad, el maestro debe ser, de alguna forma, creativo. Hay que puntualizarlo más: no basta con que sea un expositor creativo o un artista. Interesa que sea creativo en tanto maestro, es decir, en cuanto a formador de personas.

Rasgos de personalidad del maestro creativo:
Una clara, asimilada y muy positiva imagen de la naturaleza y de la grandeza de su misión. Porque ser maestro es una misión, no una ocupación. Fácilmente es creativo el maestro satisfecho y contento de estar en el campo educativo.
Capacidad y hábito de individualizar a sus estudiantes, es decir, tratarlos por sus nombres. La relación humana interpersonal es el mejor tónico para el crecimiento de las personas. Fe en los estudiantes: como personas y como grupo; con el corolario natural de tenerlos en cuenta en las programaciones y de contar con ellos para las decisiones.
Sensibilidad a toda clase de sentimientos, tanto los propios del maestro como los de los estudiantes. Recordemos que gran cantidad de factores emotivos operan y se involucran en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Manejo artístico de la comunicación verbal y no verbal.
Apoyo emocional. Actúa como reforzador de la autoestima en los alumnos a través de la vivencia del éxito. En el accidentado camino del "ensayo y error", el estudiante necesita conservar la fe en sí mismo, la disposición de volver a intentar, exponiéndose a fallar. Sin una buena dosis de autoestima hará lo contrario.

Seguridad en la incertidumbre. La vida de un grupo de estudiantes conoces momentos de frustración, de tensión y perplejidad. Y el maestro es el líder nato, el capitán del barco. Una sana seguridad es plataforma indispensable para mantener elevados los niveles de productividad del grupo.
Docilidad al aprendizaje. El maestro creativo está siempre dispuesto a aprender: en todas las áreas, todos los días, de cualquier persona y a partir de cualquier situación. No se avergüenza de confesar que no sabe muchas cosas ni de pedir ayuda para saber…
5. Los buenos maestros pertenecen a comunidades de aprendizaje
Los buenos maestros contribuyen a la eficacia (calidad de los procesos) de la escuela trabajando colaborativamente con otros profesionales en políticas educativas, desarrolladores de currículum y sus colegas. Pueden evaluar el progreso de su escuela y la ubicación de los recursos de la escuela iluminando la comprensión de sus objetivos educativos generales y locales. Son conscientes de los recursos específicos, escolares y comunitarios, que pueden ser empleados para beneficio de sus estudiantes, y son diestros para usarlos cuando se necesitan.  Los buenos maestros encuentran formas de trabajar colaborativa y creativamente con los padres, comprometiéndolos productivamente en el trabajo de la escuela Dominical. 

ELABORADO  POR: EL  PASTOR  DANIEL   ECHEVERRÍA Iglesia Fuente de Amor.

martes, 4 de octubre de 2016

José: el caminar junto a Dios en una familia disfuncional.




Hace unos 30 años se comenzó a usar el adjetivo disfuncional para definir a ciertas familias.
 Una problemática frecuente dentro de núcleos disfuncionales es que los niños crecen y repiten los mismos parámetros que vieron en sus progenitores.
 Más aún, cada generación hace su aporte a una cadena de errores y dolor que parece irrompible. Es difícil vivir para Dios y obrar correctamente en medio de una familia disfuncional, pero no es imposible.

Veamos en Génesis 37-50 el ejemplo de José, quien a pesar de haber nacido en medio de una familia muy problemática llegó a ser uno de los más poderosos hombres de Dios. 

1. Su historia es la más extensa del Génesis. Tiene la misma cantidad de capítulos que la de Abraham (14) pero es un 25% más extensa.
 2. Su vida revela a Cristo en el Antiguo Testamento. Hay un centenar de paralelos entre José y Jesús, entre ellos: su inocencia y el haber sido elegido por el padre. José perdonó a quienes persiguieron su ruina, lo mismo que Jesús.
3. José experimentó la poderosa verdad de Romanos 8:28. Es una representación clara de la providencia de Dios en pos de quiénes le aman y están llamados de acuerdo con Su propósito. Dios usó insignificancias para ponerlo en una posición de preeminencia que permitiría a millones de personas salvarse de morir de hambre. A partir de un hecho intrascendente (como el vestir una túnica colorida que desencadena celos), Dios genera una serie de efectos de ramificaciones impredecibles. Dios trabaja aunque no nos percatemos.

4. Su fidelidad incondicional hacia Dios. En Génesis 37 tenemos el cuadro de una familia disfuncional que bien podría haber sido protagonista de un culebrón. Tenía tres madrastras, 10 hermanastros, un hermano y una hermanastra, todos viviendo bajo un mismo techo.
Su padre, Jacob, se había vuelto polígamo. Sus hermanos eran brutales e inmorales. Predominaban los malos ejemplos y la manipulación emocional y todo ello dejó marcas espirituales en su vida.

Marcador espiritual: Dios se da a conocer al humillado que tiene hambre de Él. Génesis 32 da cuenta del momento en que Jacob debía encontrarse con su hermano Esaú tras años de distanciamiento.
 José se debe de haber preguntado qué había ocurrido entre su padre y Esaú. Y Jacob le debe haber relatado cómo peleó con el Ángel del Señor y cómo fue bendecido. José entendió la lección: ¡Dios es real! Y bendice a todo aquel que comprende su culpa y desea agradarle. Marcador espiritual: Dios trabaja entorno tuyo siempre.
 En Génesis 35 vemos que cuando José tenía 13 años su padre llevó a toda la familia a Bet-el, donde había tenido su primer encuentro personal con Dios. José escuchó a su padre hablar acerca del pacto que hizo con Dios. Luego su padre le pidió entrar en ese pacto. Quizá fue en ese momento cuando José decidió rendir su vida a Dios.

Marcador espiritual: Dios tiene un propósito específico para cada uno. Luego de la experiencia en Bet-el, hubo tres muertes que conmovieron a la familia. Primero, la de Débora, quien había asistido a Rebeca, la abuela de José. Segundo la de Raquel, la madre de José, muerta al dar a luz a Benjamín. Tercero, la de Isaac, el abuelo. Estas muertes movilizaron a José y a pesar de pertenecer a una familia disfuncional, el legado de sus predecesores era de valor. José se proyectaba junto a la sombra de los bendecidos de Dios. Estas marcas espirituales, combinadas con las lecciones que aprendió en sus años tempranos lo ayudaron a romper el círculo disfuncional y a ser él mismo uno de los héroes de la fe. Sobreponerse a inicios dificultosos Preguntémonos cómo sobreponernos a comienzos dificultosos, evitando transformarnos en víctimas e imitadores de vivencias familiares.

 Veamos qué podemos aprender del ejemplo de José:
1. Reconocer la soberanía de Dios. José creyó en una simple verdad: Dios tiene siempre el control de todo. José sabía que Dios estaba a su favor, no en contra suya. Esa convicción lo animó a perseverar aún cuando nada parecía tener sentido.
2. Elegir ser responsables. Ante la adversidad es fácil usar las circunstancias como excusa para justificar el pecado o las conductas erróneas. José no se victimizó sino que eligió romper el círculo vicioso y asumir una nueva manera de vivir.
 3. Visión a largo plazo. Esto es importante para los padres. El curso de acción que elijan hoy puede afectar a sus hijos, nietos e incluso bisnietos. Los errores de Jacob tuvieron en el largo plazo efectos trágicos que afectaron a toda la familia.
4. Busque marcadores espirituales. Dios está siempre por encima de la huella que podemos dejar y nos deja pistas para ayudarnos a recorrer nuestro camino.
5. Dios usa el juicio para purificar y fortalecer nuestro carácter. Así como el metal utilizado en una aeronave se prueba en condiciones extremas de presión y calor, nosotros estaremos sujetos a la presión purificadora de los juicios de Dios.

En 1 Pedro 4:12-13 se nos dice: 
12 Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. 13 Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Apacienta mis Corderos


La tercera parte de la población mundial son niños. Esta cifra nos impulsa a obedecer el mandato de nuestro Señor Jesucristo cuando le dijo a Pedro: «Apacienta mis corderos». ¿Se refería Cristo a los niños cuando le comisionó esto a Pedro? El siguiente artículo nos pone a pensar sobre este mandato y la razón que puede tener.

Los corderitos del Señor

El Señor Jesús expresó interés hacia los niños cuando ordenó a Pedro en Juan 21:15: «Apacienta mis corderos». Es razonable deducir que aquí se refiere a niños. Los corderos son los menores del rebaño. En los dos versículos que siguen da a Pedro dos órdenes adicionales: «Apacienta mis ovejas». Vimos en artículos anteriores que aproximadamente ¡los dos tercios de la población mundial son adultos y la tercera parte son niños!

La primera prioridad y preocupación de cualquier pastor siempre son los corderos porque son las ovejas del futuro, y su primera responsabilidad es alimentarlos porque el futuro de él depende de ellos. Además con frecuencia son incapaces de alimentarse a sí mismos. Siempre hay algo atractivo en los corderos y su impotencia que hace brotar un amor especial y en consecuencia una atención especial. 
Las ovejas que constituyen las dos terceras partes de la población necesitan ser pastoreados (Juan 21:16) y necesitan alimento (Juan 21:17). Pero la primera prioridad y atención siempre se debe dirigir hacia los pequeños que por sí solos son tan impotentes e indefensos. Cualquier hacendado o pastor confirmará esto.

Dr. Richard Lenski, el conocido comentarista de la Biblia, escribe: «Jesús menciona primero a los corderos no porque sean de menor valor o requieran menos cuidado sino al contrario. Jesús aquí pone a sus más preciadas posesiones bajo el cuidado de Pedro. La alimentación y nutrición espiritual de los niños se establece aquí como la primera parte del oficio apostólico.»

Mateo Henry, el comentarista de la Biblia, dijo al predicar a pastores en el año 1713: «Los ministros de Cristo deben entender que tienen la responsabilidad de alimentar a los corderos del rebaño de Dios... sea en público o en privado, en solemnes asambleas religiosas o en reuniones llevadas a cabo con ese propósito específico.»

El amor y la preocupación de nuestro Señor hacia los corderos se ven claramente también en Isaías 40:11: «Como un pastor que cuida su rebaño, recoge a los corderos en sus brazos; los lleva junto a su pecho, y guía con cuidado a las recién paridas».
Nuestra reacción podría ser la de David en el Salmo 34:11 cuando escribió: «Vengan, hijos míos, y escúchenme, que voy a enseñarles el temor del SEÑOR».

Para concluir, recuerde: Evangelizamos a los niños porque parecen estar tan cerca del corazón de nuestro Salvador quien desea que vengan a él.

Carlos Spurgeon escribió:
Cuando nuestro Señor bendijo a los niños, estaba realizando su último viaje a Jerusalén. Fue por lo tanto una bendición de despedida la que dio a los pequeños y nos recuerda el hecho de que entre sus últimas palabras a sus discípulos, antes de ascender, hallamos el tierno encargo: «Apacienta mis corderos». El gran Pastor de Israel, quien «recoge los corderos en sus brazos y los lleva junto a su pecho», sentía con fuerza esa pasión, y fue apropiado que durante su viaje de despedida otorgara su bendición a los niños.

domingo, 11 de septiembre de 2016

El Desarrollo de Autoestima en los Niños



Como adultos, entendemos que nuestra auto-imagen depende de que entendamos el enfoque de Dios en cuanto a nosotros. Él nos creó un poco menor que los ángeles, y nos dio a Su Hijo para salvarnos. Esto quiere decir que somos importantes para Dios, y que Él nos ha otorgado gran valor.
Así que, ¿cómo podemos inculcar en nuestros hijos autoestima adecuada?

Debemos tratar a nuestros hijos como regalos del Creador.

El salmista escribió: “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre” (Salmos 127:3). Los niños son importantes ya que son regalos de Dios. Esto es cierto, sea que se hable de niños biológicos o adoptados. Dios nos da a nuestros hijos. Nosotros debemos reconocer esto y entender esto.

No debemos esperar más de lo que pueden realizar.

En Colosenses 3:21, Pablo escribió a los padres cristianos en Colosas: “Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten”. Hay un límite entre animar a nuestros hijos a ser mejores y hacer las cosas mejor y esperar más de lo que ellos pueden dar. Algunas veces los padres pueden ser impacientes, no permitiendo que sus hijos crezcan y maduren. Algunas veces esperamos que un niño de 10 años se comporte y piense como una persona de 20 años. Desde luego, este no es un enfoque realista.

Debemos proveer un hogar estable que es funcional y pacífico.

Si queremos que nuestros hijos tengan autoestima saludable, necesitamos fortalecer nuestros matrimonios. Nuestros hijos desarrollarán un enfoque en cuanto a la vida, en cuanto a otros y en cuanto a sí mismos al observar la manera en que el padre y la madre interactúan entre ellos. ¿Respeta a su cónyuge? ¿Escucha a su cónyuge? Cuando usted y su cónyuge tienen un desacuerdo, ¿discuten sin respeto y entendimiento? Si regaña a su cónyuge por algo que relativamente no tiene importancia, su hijo entenderá que usted también le regañará por algo irrelevante. Eso crea autoestima baja. Ellos tendrán dudas de realizar algo ya que sentirán temor de cometer un error y ser regañados. Una familia funcional crea a un niño saludable.
Esto nos lleva a un punto principal. Especialmente el padre es responsable de crear un ambiente saludable para la familia—no solo físicamente, sino también emocionalmente, psicológicamente, socialmente y espiritualmente. Si su hijo sabe que usted desea su mayor beneficio, entonces le podrá transmitir amor, valor y respeto. Como resultado, él tendrá autoestima adecuada. La enseñanza frecuente de la Biblia también ayuda a desarrollar la “estima de Dios” que sus hijos necesitan. Ellos necesitan tener una relación con Dios, y la manera de lograr esto es al enseñarles la Palabra de Dios.

Debemos permitir que los niños sean niños.

Los niños necesitan tiempo para jugar y relajarse. A veces pensamos que nuestros hijos deben estar muy ocupados desde el momento que les recogemos del colegio hasta el momento que van a dormir. Tenemos un horario para ellos. Se les fuerza a pensar y actuar constantemente. Algunos años atrás leí un libro que algunos investigadores educacionales escribieron. El título revela mucho: Einstein No Usaba Tarjetas de Ayuda Pedagógica. Tenga un tiempo estructurado de juego.

Debemos enfocarnos en las fortalezas de nuestros hijos en vez de sus debilidades.

Puede darse el caso de que nosotros seamos fuertes en el área que ellos son débiles, así que podemos compararnos (injustificadamente) con ellos. Considéreles como personas únicas, hechas a la imagen de Dios, con una mezcla de fortalezas y debilidades. Permítales que formen su propia personalidad, y enfóquese y enfatice sus puntos fuertes.

Debemos recordar que los niños también son seres humanos.

Yo tengo siete años más que mi hermano. Recuerdo que cuando éramos pequeños, mi padre ocasionalmente preguntaba en cuanto a mi hermano: “¿Por qué hizo eso?”. Mi mamá entonces respondía: “Porque él tiene solamente 3 años”. Mi madre estaba permitiendo que Tim (mi hermano) se comportara como un niño, creciera y cometiera sus propios errores. Sea pronto en perdonar a sus hijos. Si ellos necesitan pagar algo por romper algo, está bien. Pero no se involucre en la idea de la balanza de las buenas obras y malas, enseñando a sus hijos que deben hacer una obra buena por cada obra mala que hagan. Si tiene que disciplinarlo, hágalo. Luego perdóneles y continúe.

En cuanto a sus debilidades, debemos enseñarles a superar los obstáculos.

Vencer los obstáculos es una manera fantástica de desarrollar autoestima. Puede hacer una lista de soluciones. Luego evalúe las soluciones para ver cuál funcionará bajo la circunstancia dada. Escoja una solución; si no funciona, trate algo diferente. Si ayuda a sus hijos a evaluar las soluciones y escoger las que pueden funcionar, una vez que encuentren la solución, ellos se sentirán exitosos.

Debemos disciplinarles con amor.

Emocionalmente, psicológicamente y espiritualmente, los niños necesitan instrucción y disciplina. Observe a sus hijos, y lo que ellos disfrutan, y use tales cosas para enseñarles disciplina. Esto tal vez no funcione o no sea recomendable para cada niño; pero por ejemplo, en el caso de mi hija mayor, si le digo que no tendrá acceso a sus libros de lectura hasta que no haga algo, ¡entonces eso le motiva a hacer una tarea determinada!

Finalmente, debemos ayudarles a desarrollar un sentimiento de pertenencia.

Hágales saber que está contento de que ellos estén en casa después de haber ido al colegio, etc. Hágales saber que está agradecido de que estén juntos. Dios dice que cada cristiano es una parte vital del cuerpo. También se necesita enseñar esto a los niños en cuanto a su familia física, y se debe procurar que ellos sientan lo mismo al respecto. Los quehaceres del hogar u otras tareas ayudan a que los niños se sientan necesitados y valiosos.
Es mi oración que Dios nos ayudará a preparar a nuestros hijos para que pasen la eternidad en el cielo con Él.
Fuente:  “Building Self-Esteem” Moisés Pinedo.

viernes, 29 de julio de 2016

Chico-problema: ¿Qué hago?




Chico-problema: ¿Qué hago?

El artículo propone reflexionar sobre algunas problemáticas frecuentes de aprendizaje y conducta en niños de hoy que plantean un desafío a la hora de desarrollar cualquier actividad en la iglesia, para reenfocar así la tarea del maestro frente a estos casos particulares y brindar herramientas concretas para el abordaje.
Aquí están, éstos son
Camila tiene cinco años. Cuando todos los chicos de la escuela bíblica se ubican en ronda para escuchar la historia que contará la maestra, ella está en el otro extremo de la clase y, en realidad, parece estar en otro mundo.
Leandro tiene siete años. Se mueve para todos lados; toca todo lo que hay en el aula, incluso los materiales que el maestro apartó para ilustrar la lección de ese día. Habla en voz muy fuerte y hace preguntas cuyas respuestas nunca llega a escuchar porque ya está “haciendo lío” en alguna otra parte.
Pablito parece que siempre está alterado: busca provocar a los chicos del grupo quitándoles sus elementos, golpeándolos y hasta insultándolos. Cuando él está presente, cuesta mucho desarrollar la clase en paz.
Impotencia, rechazo, indignación, desesperación. Un poco o todo esto sentimos cuando, como maestros, tenemos alguno de estos niños en la clase de escuela bíblica u otra actividad infantil de nuestra congregación. Como si transmitir las verdades de la Palabra de Dios no fuera ya suficiente desafío, aparecen estos “chicos-problema” con todo el desafío que implica “llegar” a ellos.
En el trabajo con maestros en el contexto escolar, muchas veces escucho las preguntas pronunciadas casi con temor o vergüenza: ¿Vale la pena invertir en estos chicos?, ¿aprenden algo?, ¿les sirve lo que uno hace para llegar a ellos? Generalmente, detrás de las preguntas se esconde la impotencia del maestro y, por qué no, aparece ese rechazo que estos chicos suelen despertar, ya que nos confrontan con nuestras debilidades y frecuente falta de herramientas. Nos dan ganas de salir corriendo, pero… ¿qué espera Dios de nosotros? ¿Cuál es la inversión que Dios quiere que hagamos? ¿A qué hemos sido llamados?
Sí, vale la pena
Una manera de encontrar respuestas a estas preguntas es mirar el ejemplo de Jesús. Los Evangelios (Marcos 5.1-20 y Lucas 8.26-39) relatan el encuentro de Jesús con el endemoniado gadareno, que ejemplifica una vez más el impacto no sólo radical sino integral de Jesús para con las vidas que se acercan a él.
Para este muchacho, el encuentro con Jesús tuvo un efecto puntual en cada aspecto de su vida. Jesús se encuentra con alguien desnudo y a los gritos, dañándose a sí mismo. Marcos 5.15 registra las consecuencias de la obra integral de Jesús en la vida de este individuo. “Y vinieron a Jesús y vieron al que había estado endemoniado, sentado, vestido y en su sano juicio, el mismo que había tenido la legión; y tuvieron miedo.”
Cuando alguien se le acercaba, nuestro Señor no sólo veía un espíritu necesitado, sino una persona total, con múltiples necesidades insatisfechas, y él se encargaba de todas ellas. La transformación que lleva a cabo Jesús, abarca la totalidad de la persona: lo físico, lo emocional, lo mental, lo social, lo espiritual.
Qué valioso testimonio que muestra lo que Jesús quiere hacer en la vida de las personas y la misión integral a la que nosotros, como sus hijos, fuimos llamados en la formación de nuevos discípulos. Muchas veces pensamos que nuestro lugar como maestros en la iglesia es el de atender sólo los aspectos “espirituales” del niño. Pero Dios nos convoca a comprometernos con una tarea integral. Ese compromiso involucra un mayor desafío, caracterizado por la misericordia y la compasión, y nos lleva a evaluar, repensar y redoblar nuestros esfuerzos y las herramientas con que contamos.
Manos a la obra
Investigar un poquito acerca de la vida del niño en cuestión es algo que suele ayudar a los maestros con los que trabajo. Seguramente podremos encontrar un porqué de su conducta, ya que indagando en su historia, en su contexto inmediato o en las circunstancias por las que está atravesando, casi siempre encontramos que detrás de ese comportamiento hay un real padecimiento. En general, no se trata de una sola causa sino de una combinación de varias de ellas. Los motivos más frecuentes que originan o mantienen los problemas de conducta o aprendizaje que estos niños pueden presentar son:
Problemáticas familiares, carencias, abandono, violencia, ausencia de un miembro importante de la familia, desatención, una familia disfuncional, necesidades afectivas insatisfechas, dificultades de los padres en la crianza, dificultades en la puesta de límites, falta de estimulación adecuada. O bien puede tratarse de trastornos orgánicos o psicológicos específicos y diagnosticables que provocan el problema de conducta o aprendizaje. En estos casos, siempre sugerimos promover que el niño sea visto por un profesional competente. Conocer y comprender las circunstancias que afectan al niño nos mueve a compadecernos por él y desear intervenir a favor suyo.
No quedarse con las primeras impresiones. Ver más allá de los hechos. Borrar estereotipos. Por lo general, muchos de estos “chicos-problema” ya están acostumbrados a no ser bien aceptados en ninguna parte, a llevar el mote de “molestos” y a que nadie se interese por ellos más allá de su comportamiento indeseado. Es necesario que vayamos con ellos, e intentemos por todos los medios entablar una relación donde los podamos conocer más acabadamente. Conocer sus gustos, qué lo entristece, qué hace durante la semana, su actividad favorita, el equipo de fútbol o la música que le interesa, cómo le va en la escuela, etc. Todo esto nos ayudará a conformar una imagen más completa de ese niño, y a no quedarnos con lo primero que vemos de él.
Plantearse objetivos. ¿Qué quiero lograr con este niño o niña? Muchas veces lo que sucede con esta clase de chicos es que vemos muy bien lo que NO podemos hacer con ellos: “No puedo lograr que preste atención.” “No me escucha.” “No se queda quieto.” “No obedece.” Sin embargo, es bueno que nos planteemos algo que queremos lograr para ellos: “Que pueda permanecer atendiendo por lo menos cinco minutos de la clase a lo largo de este mes.” “Que socialice por lo menos con uno de sus compañeros de clase.” “Que participe activamente en algún momento de la clase.” “Que experimente en la clase un clima que lo haga desear venir.” Muchas veces se trata de pequeñas metas, que hasta pueden parecernos poco significativas, pero se trata del comienzo de logros mayores. Y desde ya, que una vez puesto ese objetivo, la pregunta que nos haremos como maestros es: “¿Qué puedo hacer para ayudar al niño en ese logro?”
¡Hay muchas maneras de lograr objetivos! Tal vez pensamos que si no logramos que estos niños “se adapten” al esquema de la clase, entonces hemos fracasado en nuestra tarea. En realidad, yo creo que podríamos pensarlo a la inversa. Fracasamos si pensamos que nuestra única meta es lograr que los chicos “se adapten” a nuestra clase. Si nuestro objetivo como obreros del Señor es transmitir los principios del reino a la vida de los niños e impactar sus vidas con el mensaje integral de Dios, entonces la clase es sólo uno de los medios posibles, pero… ¡hay muchos más! Una visita en su hogar, ayudarlo con las cosas de la escuela, una invitación a merendar, una salida al cine o a la plaza, cualquier ámbito o situación será apta para transmitir algo más que una “lección”. Animémonos a generar nuevos canales de bendición.
Revisar el formato de la clase o actividad. Siguiendo con lo anterior, también es útil tener en cuenta cómo estamos diagramando la estructura de la clase bíblica o la actividad infantil en la que se incluyen estos niños-problema. Ya dijimos que por lo general se trata de niños con dificultades para estar quietos, para atender, para permanecer haciendo lo mismo por un rato, etc. En ese caso, podríamos pensar en cómo potenciar aspectos como la motivación y la participación activa o vivencial y cómo incluir aspectos lúdicos, recreativos, dinámicas grupales, etc. en nuestra clase. Generalmente, este tipo de situaciones son más significativas para cualquier clase de niño y, en especial, producen mejor impacto en niños con dificultades de conducta o aprendizaje.
Elogiar y premiar los pequeños cambios. Algo que sugiero siempre a los maestros en la escuela, es que se tomen un momento para expresarle de manera sencilla al niño lo que se espera de él. “Me gustaría que te unas a nuestra clase cada domingo, y que te quedes hasta el final. Hay muchas cosas que yo preparo para vos y los demás chicos que me gustaría que disfrutaras.” “Me gustaría que hoy te animes a jugar con los demás chicos.” “Espero que puedas estar sentado mientras hacemos esta actividad. Luego podrás levantarte.” Al tratarse de metas concretas y pequeñas, en poco tiempo podremos ver los logros. Es bueno que cuando eso ocurre, expresemos verbalmente nuestra satisfacción y reconocimiento al niño, ya que eso aumenta el estímulo para seguir avanzando en el camino.
Formar una red. Es conveniente que no nos sintamos solos en el trabajo con estos niños, ya que muchas veces se trata de una tarea frustrante. Debería ser prioridad poder compartir con otros nuestra carga, ponerlos en oración, tender una red de recursos donde buscar soluciones a las diferentes necesidades del niño para no hacernos “solos” cargo de todo. Incluso, en el caso de niños con trastornos graves, es importante en primer lugar que estemos informados para saber identificar y detectar cuándo estamos frente a una problemática seria, y luego, generar una charla con los adultos a cargo del niño, en la que podamos sugerir la consulta profesional y brindarle a la familia todo el acompañamiento necesario en ese recorrido.
¡No cansarse! Todos los que frecuentamos el trabajo con esta clase de niños, por experiencia sabemos que es una tarea que se codea con lo imposible, con la frustración y que más de una vez nos da ganas de “tirar la toalla”. Sin embargo, el poder de nuestro Dios se perfecciona en nuestra debilidad (2 Corintios 12.9), y tal vez nosotros sembremos para que otro coseche; pero Dios no permitirá que esa semilla deje de dar fruto.
María Laura Panero

viernes, 22 de julio de 2016

El origen e historia de la Escuela Dominical


Roberto Raikes
En el año de 1781 d.C. vivía en Gloucester, Inglaterra, un editor de diario que se llamaba Roberto Raikes, era cristiano y un ciudadano de cultura que anhelaba servir a Dios y a su prójimo.
Su Obra:
Los ciudadanos de Gloucester habían notado que en los barrios pobres de la ciudad se había desatado una ola de pillaje y de vandalismo entre los niños, Estos ciudadanos elevaron una súplica al señor  Raikes pidiéndole que por medio de su diario escribiera una buena reprimenda a los padres de esos niños malhechores. Pero Raikes vio que eso no era todo lo que se debía hacer.
Dios le hizo comprender la verdadera condición moral y espiritual de estos niños. Rodeados de toda clase de vicios no tenían nada para ayudarle a vivir una vida mejor. Raikes propuso con la ayuda de Dios, abrir una escuela donde no solamente se les enseñara a leer y a escribir, sino principalmente la palabra de Dios. Ante la propuesta de Raikes la gente le lanzo burlas y oposición, pero a pesar de todas las dificultades, este hombre de Dios seguía con sus planes. Al fin encontró una casa adecuada y abrió allí la primera Escuela Dominical de los tiempos modernos.

Los Resultados:
La lucha al principio fue terrible porque los niños no querían reformarse ni recibir instrucción, pero Raikes y sus colaboradores persistieron, oraron y lograron su cometido. Establecieron escuelas dominicales en todos los barrios pobres de aquella ciudad. El resultado más importante era “la salvación de las almas de muchísimos niños que fue efectuada por las escuelas dominicales” establecidas por Roberto Raikes.
Juan Wesley, el amigo más poderoso que encontró Raikes escribió: “Creo en verdad que estas Escuelas Dominicales establecidas por Raikes son las instituciones más nobles que han aparecido en Europa por siglos. Se aumentarán más si los maestros y los oficiales son fieles en sus deberes.
En solo cuatro años se establecieron escuelas dominicales, con dos mil quinientos alumnos, y cuando murió Raikes en 1811, la asistencia a todas las escuelas había crecido a cuatrocientos mil.

La Escuela Dominical Moderna
Aunque la Escuela Dominical tuvo su origen en Inglaterra, se desarrolló y creció con más rapidez en América. Uno de los obreros de la Escuela Dominical , Esteban Paxson, fue convertido por medio de su hija y ella había sido salvada en una Escuela Dominical, Paxson organizó 1314 escuelas dominicales con 83,405 alumnos y maestros. Hoy día hay más alumnos y maestros de Escuela Dominical en el continente de América que en cualquier otra parte del mundo.”

LA IMPORTANCIA DE LA ESCUELA DOMINICAL
La escuela Dominical es de mucha importancia para la iglesia por las siguientes razones:
• Es el corazón de la Iglesia, porque ella reúne a todos los miembros de la iglesia para brindarles instrucción cristiana.
• Es la reunión de la Iglesia en clases separadas, según la edad del alumno.
• En sus principios y propósitos, una institución bíblica, pues el deber de enseñar la Palabra de Dios es declarada en ella misma, Es un agente evangelístico de la iglesia. La Escuela Dominical es el agente más efectivo de la iglesia para ganar a los perdidos. Se estima que el 75% de los miembros de la iglesia vienen a través de la Escuela Dominical. El evangelismo es la fuerza impulsora que mantiene al maestro realizando su labor, el amor de Cristo los constriñe a ganar discípulos para Cristo. El gran Señor de maestros nos dio el motivo impulsor de su ministerio de enseñanza en Juan 10:10 y Lucas 19:10
• Es el ramo educativo de la iglesia, ningún otro departamento de la iglesia tiene mayores oportunidades de enseñar tan efectivamente, la mayor parte del tiempo de la Escuela Dominical deberá emplearse en el estudio bíblico, y no debe permitirse que nada tome su lugar. Deberá usarse literatura que presente correctamente la verdad bíblica a los maestros y alumnos.
• Es un centro para la preparación de obreros. Es el taller de la iglesia donde niños y jóvenes reciben entrenamiento para convertirse en los dirigentes del mañana, y donde se forja el carácter cristiano de sus vidas. En la escuela Dominical aprender a ser los dirigentes del futuro. De hecho, el 85% de los obreros de la iglesia y el 95% de nuestros ministros han surgido de la Escuela Dominical.
• Porque tiene un propósito triple que abarca el evangelismo integral.
1.- ganar a los perdidos para Cristo. Lucas 19:10
2.- Enseñar a los seguidores de Cristo para que tengan buen fundamento doctrinal. Efesios 4:11-16
3.- Enviar a los ya ganados para que ganen a otros para Cristo. Mateo 28:19-20; 2ª Timoteo 2:2

Alcance evangelistico:
Un buen programa de evangelismo permanente para líderes, maestros y alumnos
Alcance docente:
Maestros capacitados para hacer la obra de enseñar las verdades bíblicas, usando para ello, métodos, técnicas y auxiliares adecuados. (la labor del maestro debe ser: informar y formar)
Alcance administrativo:
Lideres adecuados y fielmente preparados para la dirección en el funcionamiento del programa general de la Escuela Dominical. Los líderes deben saber: Qué hacer, cómo hacerlo, Por qué hacerlo, con qué hacerlo, con quienes hacerlo y en donde hacerlo.
Alcance devocional:
La relación de los líderes, maestros y alumnos con su Dios. En el estudio existen muchas maneras de invitar a la reflexión a los alumno y animarlos para que vivan cerca de Dios.

jueves, 7 de julio de 2016

FACTORES QUE INFLUYEN EN EL RENDIMIENTO ESCOLAR DE UN NIÑO


Entre los factores podemos mencionar el aspecto afectivo, el sueño, la alimentación y el acompañamiento espiritual.
Factor afectivo
El primer factor al que queremos referirnos es el afectivo. Un niño que vive en un ambiente en el cual se siente amado, respetado y contenido, se sentirá seguro a la hora de enfrentar los distintos desafíos escolares. Cuando hablamos del aspecto afectivo, no sólo nos referimos a la demostración de aprecio y cariño, también el amor se manifiesta en el apoyo y acompañamiento en las tareas escolares. Como por ejemplo el tomar un tiempo como familia (padres, abuelos, hermanos mayores) para ver el cuaderno, los trabajos, ayudarlo en alguna tarea, buscarle alguna información extra, explicarle algún punto confuso, y teniendo comunicación con el maestro.
El niño debe sentir que es bueno lo que hace y que es importante para los adultos con quienes vive.

En mi rol docente he observado la diferente presencia de los padres en la escuela. En el caso de los padres que tenían niños en los primeros años de la E.G.B (Enseñanza General Básica), su visita era constante, ellos se hacían presentes en la escuela en todo momento y por cualquier motivo. En algunas situaciones su presencia llegaba a ser invasiva, especialmente para la maestra del primer año.

En el caso de los padres que tenían hijos en el 2° ciclo de la E.G.B, su participación en la escuela y en relación con el maestro era moderada, se involucraban cuando se los invitaba a participar y acudían a las reuniones de padres cuando eran convocados. Pero la presencia de los padres con hijos en el tercer ciclo era casi nula. Esto se hacía evidente en las reuniones de padres al comienzo del año, quizás la mitad o menos de la mitad de los padres acudía a la cita con el maestro de su hijo.

Por este motivo, se hace preciso recordar que todo niño en edad escolar necesita de la compañía de la familia en su transitar por el aula. Los más pequeños precisarán un tipo de ayuda y los mayores otra, pero ambos necesitan la contención y el apoyo de los padres.
Factor sueño
Otro factor que influye en el rendimiento de un niño es el sueño. Un niño que descansa bien, después estará con la lucidez necesaria para afrontar las diferentes demandas que la escolaridad le exija. Los niños precisan dormir alrededor de diez horas en la noche. Algunos, además necesitan dormir un par de horas a la tarde. Podemos afirmar que el descanso en la etapa de crecimiento es fundamental.

Cuando era maestra observaba cómo algunos alumnos (niños menores de diez años) entraban a clase muy cansados. Era habitual verlos bostezar durante las primeras horas del día. Al conversar con ellos me confesaban que se habían quedado hasta tarde mirando televisión o jugando con la computadora. En algunos casos había sido algo especial, pero en otros era normal que se acostaran a media noche.

Todos sabemos que los programas en esos horarios apuntan al público adulto con vocabulario y escenas que conviene que el niño mire. También la navegación por internet, lejos de la mirada atenta de los padres, puede llevar al niño a sitios que no sean adecuados. Como dice Brenda López de Teixeira: “Los padres tienen, por obligación, que velar por todo el material que está al alcance de sus hijos; esto incluye libros, música, programas de televisión, etc”.1 Podemos afirmar que los padres cumplen un rol importantísimo enseñando a sus hijos a organizarse teniendo un espacio para el entretenimiento, pero dejando el tiempo necesario para el descanso.
Factor alimentación
Otro de los factores es la alimentación. Muchos padres admiten que por falta de tiempo o por desinterés del niño, los llevan a la escuela con el estómago vacío, sin ingerir ningún alimento. En tiempo invernal hay niños que toman un vaso de jugo o alguna bebida de la heladera y salen.

Esto es parte de nuestra cultura, ya que no privilegiamos el desayuno como sí privilegiamos otras comidas. Sin embargo, los profesionales de la salud dicen que la comida más importante del día es el desayuno. Por eso, como padres y educadores, debemos enseñar a nuestros niños a revertir esta costumbre.

Sin embargo, a veces la mala alimentación no es por desorganización familiar, sino por falta de recursos. Un niño mal alimentado no sólo no podrá rendir como el resto, sino que esta falencia repercutirá en el desarrollo de su capacidad intelectual. Esto se puede observar en la dispersión, el bajo rendimiento y la falta de comprensión, entre otras cosas.
El CESNI (Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil) recomienda una dieta variada que incluya estos cinco grupos de alimentos: lácteos y sus derivados; carnes legumbres y huevo; harinas y cereales; frutas y hortalizas; y, en menor medida, grasas, aceite y azúcar. Es verdad que muchas familias cuentan con escasos recursos; pero también es cierto que a veces no están bien administrados. Hay que saber elegir a la hora de comprar, por el mismo dinero se compran papas fritas que un kilo de papa, lo mismo vale una gaseosa que un litro de leche. Entonces hay que saber elegir y comprar bien.
Factor espiritual
Y el cuarto factor que mencionamos, pero no por eso el menos importante, es el acompañamiento espiritual.
La conferencista y autora Betty Constance hace referencia en su libro “Más que maestros”2 a los conflictos que enfrenta el niño cristiano por ver que en el entorno de la escuela no se viven ni se practican los valores que le enseñan en la casa y en la iglesia. Estas situaciones no son sencillas para el pequeño, ya que permanentemente deberá tomar decisiones. Muchas veces, su obediencia a los principios cristianos podrá traer aparejado la burla de sus compañeros y la falta de comprensión de sus amigos.

Además, en el transcurso del año, deberá enfrentar exámenes y lecciones orales. Todo esto puede traer inquietud y preocupación al niño, por eso es de suma importancia que la familia lo acompañe en oración. Será conveniente que aparten un tiempo para orar juntos: padres e hijos, de manera que puedan presentar a Dios todo aquello que pueda preocupar o afligir a los pequeños. Sin lugar a dudas, el niño sentirá mucha paz al entregar todos sus temores, y será una hermosa oportunidad para crecer en la fe al ver al Señor obrar en las distintas situaciones escolares.
Empieza un nuevo ciclo lectivo y el deseo de todos es que nuestros niños aprendan, que crezcan en el más amplio sentido de la palabra, para que puedan enfrentar el mundo competitivo en que les toca vivir.
La responsabilidad es de los padres, pero el compromiso debe ser de todos. Ayudemos, desde nuestro lugar y en el rol que tengamos para: contenerlos en el afecto y en la atención, proveerles un ambiente de cuidado en el que tengan el suficiente descanso y la buena alimentación, y acompañarlos en oración. Oremos cada día encomendando sus vidas al Señor. Y, sin lugar a dudas, nuestros tendrán un año escolar exitoso y feliz.

Jessica Ibarbalz de Lewczuk

viernes, 3 de junio de 2016

15 razones para decirle "Te amo" a tu hijo.

El amor es el sentimiento más poderoso, pero no sólo para quien lo siente sino para quien recibe ese amor. Quien se siente amado se siente transformado y más feliz. Por eso es tan importante decirle a tu hijo que lo amas en palabras. A continuación, 15 razones para decirle a tu hijo "te amo" todos los días
1. Le da a tu hijo alguien en quien confiar. Cuando los niños se saben amados saben que tienen una persona en quien siempre podrán confiar, de quien recibir consejos y que da lo mejor por ellos, siempre.
2. Le demuestra que es alguien valioso. Cuando los niños se sienten amados por lo que son- no por lo que han hecho o deberían hacer- se dan cuenta del valor de sus vidas. Las personas que pueden comprender el valor de sus vidas las viven más plenamente.
3. Le recuerda que hay alguien que lo alienta. Los niños que se sienten amados saben que tienen alguien de su lado para alentarlos en cualquier circunstancia de su vida, y acompañarlos.
4. Le da a tu hijo coraje. El amor de una madre y un padre es una base en la personalidad de una persona que es inalterable. Cuando los niños sienten la solidez de esa base, tienden a tener más coraje para enfrentar los riesgos de la vida.
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5. Le da tiempo para crecer. El amor es paciente y atraviesa lo bueno y lo malo. La estabilidad de sentir ese amor les permite a los niños ganar sabiduría y comprensión al sentir esa contención, y el darse tiempo para resolver las cosas de la vida.
6. Le permite cometer errores. El amor perdona. Los niños que se saben amados saben que serán perdonados por los errores que todos cometemos y que no serán objeto de menos amor por equivocarse.
7. Le permite corregirse. El amor siempre mira y busca lo mejor para el otro. Como resultado, los niños que se sienten amados saben que los padres que los guían lo hacen para buscar su bien, aunque eso signifique corregirlos.
8. Le da alegría. A cualquier edad, el mensaje de sentirse amado da alegría al alma y entibia el corazón. El curso de todo un día puede cambiar para tu hijo cuando se siente amado, así como el curso de toda su vida.
9. Le da esperanza. El amor produce esperanza, y un sentimiento de ser valiosos y valorados.
10. Le quita el miedo. La protección que se siente al sentirse amado arrasa con los miedos en toda la vida, tanto los miedos de niños como el temor a los desafíos de la adultez. Tu hijo, al sentirse amado, enfrentará con ese sostén los momentos de inseguridad de su vida.
11. Lo hace ser parte de algo mayor que sí mismo. Un niño que se siente amado es parte de un sentimiento trascendente. Esto produce responsabilidad, compromiso y ética, algo tan necesario en el mundo de hoy.
12. Lo hace sentir siempre bienvenidos. El niño que se siente amado sabe que siempre lo recibirán con los brazos abiertos. Esta sensación de aceptación lo acompañará toda su vida, incluso cuando esté lejos de tí.
13. Lo anima a dar por los demás. Ser receptor del amor incondicional de los padres les enseña a ser merecedores de ese amor y a amar desinteresadamente a los demás.
14. Lo motiva a amar a otras personas. Cuando nos sentimos amados, podemos amar a los demás. Los niños que se sienten amados reproducen estas capacidades de plenitud.
15. Lo hace sentirse amado para siempre. El amor permanece. El sentirse amado en la adultez con la misma intensidad con que el niño se ha sentido amado en la infancia produce la misma felicidad, contención y alegría.