Síguenos en Facebook

martes, 29 de septiembre de 2015

CLAVES PARA FOMENTAR EL PLACER DE LA LECTURA EN LOS NIÑOS.



Es un regalo, el transmitir a los más pequeños el valor de la lectura, es un tributo a su vida y a la cultura universal.

Un desafío a la imaginación, un mundo de posibilidades donde poder desarrollar sus áreas afectivas e intelectuales.
Iniciarse en la lectura desde la infancia, conseguirá que los niños aumenten sus aptitudes lingüísticas e intelectuales.
Pueden reír, soñar, jugar con la realidad, incentivar su curiosidad y además, compartir más cosas con las personas que le rodean. Un libro es una llave a otro mundo mediante la cual, descubrir nuevos países, personalidades, viajar a través del tiempo y el espacio y, desde luego, querer más.
Pero no siempre es fácil, lo sabemos. Los niños de ahora se rigen por la comodidad y la rapidez. Las nuevas Tecnologías les dan acceso a un mundo más amplio y visual con el que todo, absolutamente todo, parece más fácil. Se esfuerzan menos. No hay rincón para la imaginación porque todo queda ya demasiado explícito.
¿Dónde queda ahora el misterio, dónde la sutileza y el descubrimiento?
Los mandos de la Xbox o esa consola les guía ya por un increíble mundo creado por las grandes industrias de los videojuegos que, poco a poco, se llevan por delante el universo de los libros.
Como padres, madres, abuelos, abuelas y educadores, no debemos permitirlo. Hay que repartir el tiempo dando espacio a las lecturas.
 Pero ¿cómo conseguir que se interesen por ellas?

Estrategias para infundir la pasión por los libros




1. Sé un ejemplo
No podemos convencer a nadie de algo si primero, no ofrecemos ejemplo. De nada vale obligar a un niño a leer si nos ve a nosotros frente al portátil o la televisión. Imponer jamás resulta adecuado. Si desde muy pequeños nos ven acompañados por un libro es más probable que se sientan interesados, que te pregunten… que te imiten. Aquellos que amamos a Dios la Biblia es el libro más importante para nuestras vidas, y una fuente de inspiración a seguir.
2. Exposición temprana
Aunque no lo creas, los niños entienden mucho más de lo que crees. Antes de empezar a hablar entienden ya infinidad de palabras. Antes de empezar a leer, pueden adquirir muchos otros conocimientos: el lenguaje poético, los juegos de palabras y las rimas, el escuchar historias orales…. En esencia, necesitan ser estimulados. Sentarnos con ellos junto a un libro de cuentos y empezar a leerles será ya un claro incentivo para ellos. Escuchar tu voz, tu entonación, la trama de la historia… son pequeños escalones hasta que su cerebro esté lo bastante maduro como para asentar el proceso lecto-escritor. 
Todo esto se sucede antes de los tres años, momento en que les interesa más la sonoridad que el contenido, pero es muy útil para que vayan interiorizando todo ese lenguaje. El leerles incluso antes de que empiecen a caminar, es increíblemente beneficioso.
3. Organización
Hay que establecer un horario. Los niños necesitan pautas y reglas. Saber cuándo deben hacer determinadas cosas: deberes, meriendas, cenas, momento de ducha, lectura antes de ir a dormir, los videojuegos solo para el fin de semana…. Solo es un ejemplo, pero con ello queremos decirte que las pautas son esenciales para que vayan aprendiendo a gestionar su tiempo, y también a sentirse seguros sabiendo qué esperamos de ellos en cada momento. Y recuerda, la constancia es esencial. Cuando estén relajados, siempre debe “caer” ese capítulo del libro de ayer.
4. Ofrécele libertad de lectura
No le impongas títulos. Atiende cuáles son sus gustos y ofrécele sugerencias. Actúa como guía, pero no le impongas tus gustos, y ten en cuenta también su momento evolutivo. Los niños crecen rápido y, cuando te des cuenta, tendrán nuevas necesidades. Y siempre existe un libro idóneo para cada edad, y para cada momento personal. Sugiere, enseña, comenta… Ten en cuenta también que puedes estimular su placer por leer a través de más medios, como por ejemplo el cine, la música, etc.
5. Atiende sus preguntas y todas sus palabras
Escucha lo que los más pequeños tengan que decirte. Siempre. En ocasiones apenas tenemos demasiado tiempo por las tardes, cuando ellos vuelven del colegio. Pero ten en cuenta algo, si no respondes sus preguntas, sus ideas o comentarios ahora que son pequeños, llegará un día en que dejen de buscar tu atención o de consultar contigo. Así que no lo dudes, obtén siempre tiempo para ellos.Para comentar ese capítulo del libro, para escuchar sus ideas, para sugerirle más cosas y afilar así su imaginación. Eres su mayor estímulo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario